Prayer has the Power to Heal the Soul - Tiendita San Juditas

La oración tiene el poder de sanar el alma

La oración es el canto que cantamos en nuestro corazón, es la esperanza que guardamos en nuestra mente, es la música del alma. Con la oración podemos superar cualquier caos y encontrar la alegría. Podemos soportar las dificultades y encontrar la salvación. En pocas palabras, la meditación y la oración tienen las propiedades espirituales para ofrecernos experiencias que nos acercan al máximo potencial de nuestros seres existentes.

La oración y la meditación son prácticas que los humanos han estado usando desde antes de la evolución. De hecho, el comportamiento de los animales hoy en día también muestra admiración por algo superior a ellos mismos, como el sol. ¿Alguna vez has visto a una gaviota quedarse quieta para ver la puesta de sol? Este acto solo es meditativo, contemplativo y por lo tanto se considera una oración. El acto de orar o meditar nos conecta con una fuerza divina usando la energía que todos llevamos dentro. La diferencia entre orar y meditar es que:

  • Con la oración -pedimos algo a Dios, Universo, ese poder Superior que colma nuestra espiritualidad. Cuando rezamos, vocalizamos, expresamos nuestros miedos, nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos; exponemos nuestras intenciones y nuestras necesidades.
  • Con meditación, escuchamos. Simplemente disfrutamos de la belleza que nos rodea al escuchar nuestra respiración, la naturaleza, la música relajante. Cualquier cosa que nos dé la capacidad de quedarnos quietos.

Hay veces que nos olvidamos de orar por un día, por una semana, por un mes, por años. Pero, cuando nuestra alma se agota de esa fuente de energía, nos adentramos en nosotros mismos y traemos de vuelta con nosotros la necesidad de dejar salir un flujo de oración: incluso respirar profundamente es una oración. Algunas personas prefieren el método más tradicional de oración que son expresiones escritas de oración comunitaria. Orar es nuestra alma extendiéndose hacia el Poder Superior en el que creemos y pedimos, damos gracias y alabamos.

La meditación, por otro lado, es un modo silencioso de recargar nuestra energía que requiere que recibamos. Cuando nos quedamos quietos y comenzamos a experimentar cómo cada respiración conecta la mente y el corazón para traer paz a nuestros cuerpos. El mayor momento de silencio es cuando comenzamos a eliminar las capas de ruido diario y nos desconectamos de cada distracción. Un momento de tranquilidad es también un momento especial para recargar nuestra alma.

La oración y la meditación se complementan naturalmente porque a veces le pedimos ayuda a Dios, y otras veces debemos sentarnos en silencio y esperar la respuesta que se nos espera. En cuanto a mí, la mayor parte de mi vida he orado cuando surgen problemas, aunque crecí con oraciones diarias. Pero una cosa que mi amada Madre me dijo fue "no ores si no quieres. Solo di GRACIAS cuando te despiertas, cuando comes y cuando te vas a dormir". Lo encontré simple, y siempre mantuve esto y sigo haciéndolo. Pero no sabía que lo que ella estaba haciendo todavía me incitaba a orar. Así que , mi reto para ti es que solo digas UNA palabra que sientas que te conecta con una fuente superior. Si no puedes, encuentra un momento para tomar 5 respiraciones profundas con los ojos cerrados y ya habrás llenado tu alma.

 

<3Bendiciones,

TSJ

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